"No
desfallece el genio ante ciertos tráfagos vitales, sólo que, en
ocasiones, sortea las dificultades trocando el instrumento. Corre el año
1935 y Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mougins, 1973), en un momento de
crisis artística y personal en el que confiesa incluso estar dispuesto
“a dejar la pintura”, abandona temporalmente el pincel y empuña la
pluma. Comienza entonces a componer sus inclasificables poemas
experimentales trufados de juegos de palabras, cabriolas fonéticas,
elementos diversos -palabras, números, notas musicales-, y constantes
alusiones a España, su cultura popular y la guerra civil.
Escritos en
español y francés, son estos últimos los que Plataforma edita por
primera vez en nuestra lengua traducidos por Ana Nuño. Se trata de unos
textos escritos a ráfagas, en auténticos raptos de inspiración,
sometidos después a constantes reescrituras y añadidos. Como resumía,
sencilla y brillante, la madre del artista: Me dicen que escribes. Te
creo capaz de cualquier cosa. Si un día me dijeran que has oficiado una misa, también me lo creería."
Fuente de este texto: www.elcultural.es
_________________________________________________________
28 de octubre de 1935
si
pienso en una lengua y escribo “el perro persigue a una liebre por el
bosque” y quiero traducirlo a otra lengua tendré que decir “la mesa de
madera blanca hunde sus patas en la arena y muere casi del susto al
reconocerse tan [idiota]”
4 de noviembre de 1935 [II]
espejo
en tu marco de corcho - tirado al mar entre las olas - no ves sólo el
relámpago - el cielo - y las nubes - con tu boca abierta dispuesta - a
tragarse el sol - mas si un pájaro pasa - y por un instante vive en tu
mirada - al instante se queda sin ojos - caídos al mar - ciego - y qué
carcajadas - en ese preciso momento - brotan de las olas
[septiembre de] 1936
si
el enternecedor recuerdo del cristal roto en su ojo no diera la hora en
las campanadas que perfuman el azul tan cansado de amar del vestido que
susurra que lo envuelve el sol puede en cualquier momento estallar en
su mano pero esconde las garras y se duerme a la sombra que proyecta la
mantis religiosa mordisqueando una hostia mas si la curva que agita la
canción colgada en la punta del anzuelo se enrosca y muerde en su centro
el cuchillo que la seduce y colorea y el ramo de estrellas de mar grita
su desamparo el pisto trágico del ballet de moscas sobre la cortina de
llamas que hierve en el borde de la ventana
3 de octubre de 1936
miserable
piel de zapa abrazada al cuerpo roto de amor que sangra de tan oprimido
bajo la corona de su nido de zarzas miserable recuerdo del olor a
jazmín prendido en el fondo de su ojo tocando a rebato con todas las
campanas al vuelo que muerde el cuello del arco iris la tempestad ha
caído en la trampa peine espejo letra del alfabeto cómico gallete mano
distancia color quitado de la lista de los mortales si la vida se cuece
en la gran sala de fiestas con olor a col su cocido de esperanzas y le
sonríe debajo de la mesa a la mentira, entonces todas las sillas
sentadas en cerco se levantan y van a colgarse en las paredes de la
oficina del director a la espera de que la ruleta acabe de lamer las
horas que embarran las velas de su bello paraguas y oír el crujido que
al romperse hace en mi pecho la varilla del timbre de su mirada de aroma
de estrellas eléctricas aplastadas con el tacón
[junio de] 1937
en
las entrañas del corazón están solando las calles del pueblo y la arena
que cae en los relojes de arena heridos en la frente al caerse por la
ventana sirve para secar la sangre que brota de los ojos asombrados que
miran por el ojo de la cerradura por ver si el aire asfixiado por el
hedor que se escapa de los orificios nasales de los papeles grasientos
tirados al suelo o la música escondida debajo de las hojas de la vid no
impide que la danza macabra borre de un plumazo la huella de las voces
aferradas con las puntas de los dedos a los pedazos de pan remojados en
orina
un interior brillantemente iluminado recién solado chorreando
sangre descansando sobre relojes de arena llenos de ojos visto por el
ojo de la cerradura los caracteres de imprenta dispuestos sobre una hoja
de vid borrando con sus plumas el olor a pan remojado en orina
la
luz suela con su sangre los relojes de arena del ojo de la cerradura con
sus ojos borra de sus plumas el olor a pan remojado en orina
la mezcla de colores solando los ojos de las plumas arrancadas del pan remojado en orina
2 de julio de 1937
qué
triste suerte la del retrete de la vieja mandrágora - tuerta - hecha
picadillo - cosido más claro que el agua al traje de novia con una
estocada en la llama de la boquilla del gas de la aurora boreal puesta a
secar en la flor desvanecida de la tela de seda malva de la risa de
rabillo de conejo que cuenta chino y los lloros anaranjados picados a
máquina de la noche dulzona. qué coqueto deseo de mi corazón de freír el
montón de reverencias hecho un basilisco furibundo mientras escucha con
la oreja pegada al tomillo los latigazos que castigan sus tobillos y
qué triste suerte limosnera ducha en caricias la del retrete abierto a
mil primaveras lleva la añoranza del espejo de su herida a la camisa de
tela de araña de la vieja pordiosera inscrita al dorso del libre
arbitrio picado de gusanos de la aguja que atraviesa el tallo de la flor
de azahar clavada en el centro de la cortina que cubre la mandrágora
10 de enero de 1938
deja
que la primavera que se acerca de puntillas se encargue de untar el
amor que rezuman sus ojos en torno al frío helado que salpica el revés
del sol suspendido por sus cuatro esquinas con clavos a los enormes
maderos que sostienen el cielo que abate el puño sobre la arqueta que
mientras tuesta su luz sobre la suave lumbre del pedazo de tela empapado
en orina de rosas que cubre la pared medianera del perfume con sus
excrementos hace punto con el alambre de la plomada del arco de piedra
haciendo trizas el cuerpo desnudo de la mujercilla puesta a secar bajo
el paño malva de su imagen que cuelga del banderín atado a la punta de
la cucaña en lo cobrizo de su pecho minuciosamente dibujando en la
sombra del aroma del árbol cargado de piojos abriendo su cómico sobre a
grito pelado de angustia cortando la cuerda floja de la máscara de
cristal de roca carcomido por los picotazos de los camiones que cuelgan
encima la colmena corazón ensenada colina ficha medida olor río
envolvente en espiral la palabra duerme la flecha de la lámpara se
desliza sobre el papel lo cruza vivaz
“Poemas en prosa” Pablo Picasso Barcelona, Plataforma Editorial.
_________________________________________________________
"La poesía de Pablo Picasso
ha sido históricamente relegada a un segundo plano por su producción
pictórica. Sin embargo el artista malagueño llegó a escribir más de 350
poemas, revisados y corregidos obsesivamente (en algunos casos hasta
dieciocho veces) que recibieron elogios de sus amigos Apollinaire o Paul Éluard. La editorial Plataforma, en colaboración con la Fundación Picasso, publica ahora la totalidad de sus Poemas en prosa por primera vez en castellano.
Picasso decía a sus amigos que sabía que pasaría a la historia
como un pintor, pero a él le habría gustado pasar como un artista plural. – cuenta José Bermúdez de Plataforma. Su poesía, explica, mimetiza su técnica de pintura. Aborda todos los temas, del amor a la muerte, pasando por la crítica social,
rompe con la sintaxis tradicional y crea metáforas visuales como eco de
sus cuadros. Los poemas en prosa proceden según el sistema de escritura
automática de los surrealistas, un verdadero bombardeo de ideas.
La presentación del libro ha terminado con una cita del biógrafo de Picasso Richard Penrose: Después
de todo, como le gustaba repetir, las artes se reducen a una sola: se
puede escribir una pintura con palabras, del mismo modo que es posible
pintar sensaciones con un poema."
Fuente de este texto: www.papelenblanco.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario