Amanece.
El astro irrumpe en un grito sordo que estremece las sombras:
Éxtasis de luz.
Atardece.
Una mano invisible asciende con la luna,
la coloca en el centro del deseo,
hace brotar la noche,
la deja a merced de los labios.
María Gabriela Lovera Montero
Autorretrato erótico en dos actosMadrid, 2011
2 comentarios:
Genial!!
me encanta
¡Mil gracias!
Recibe un abrazo,
Gabriela
(Atrabiliario)
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