Bulle bajo nosotros. Marchan trenes.
Tiembla el hotel Astoria.
Un vaso de agua junto al lecho
brilla en los túneles.
Soñó que era prisionero en Svalbard.
Se retorcía rugiendo este planeta.
Ojos chispeantes iban sobre los hielos.
Existía la belleza de los milagros.
Tomas Tranströmer
(En El cielo a medio hacer - trad. Roberto Mascaró, Nórdica, Madrid, 2010)
1 comentario:
Milagros, he oído mucho estos días esa palabra, ojalá existieran, sí.
Abrazo!
Ophir
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