es un objeto perdido.
El color no cambia nada
pues acaba siempre
siendo negro.
Lo abandono
y otro retoma la lluvia
donde yo la he dejado.
No podría ser de otra manera:
Compartimos el cielo
y con él
sus precipitaciones.
María Gabriela Lovera Montero
Atrabiliario - Madrid 2010
Lluvia de peces por O. Magnus 1555
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