El desarrollo espiritual sufí requiere que el aspirante pase por siete fases de preparación tras las cuales la individualidad está dispuesta para la creación completa. Estas fases se conocen con el término nafs (alimento):
1. El nafs depravado y dominante.
2. El nafs acusador.
3. El nafs inspirado.
4. El nafs sereno.
5. El nafs realizado.
6. El nafs que realiza.
7. El nafs purificado y completo.
Se considera que el nafs pasa, a su vez, por unos procesos que transmutan la conciencia: la duda, la perplejidad, la detención, el aniquilamiento y la resurrección (instante de la creación). Esencialmente, el sufismo cumple la función de recordar al hombre quién es en realidad, liberando su alma de los confines de aquella prisión ilusoria del ego.
Vida-muerte, amor-guerra, naturaleza-Dios son los motivos de revelación pretemporales en la tradición primordial sufí, al igual que en la lírica clásica; poemas, oraciones, himnos, proverbios, sus expresiones y experiencias: "Materia inmaterial de los místicos, en la que la imaginación metafísica puede modelar sus sueños", según Henry Corbin.
Con frecuencia, un verso precioso
alivia un corazón apesadumbrado.
Hafiz
(En WebIslam)
1 comentario:
Es muy sabio. Algunos pasan por la mística sufí sin saberlo.
¡gracias Gabi!
Aquí te dejo la dirección de mi nuevo blog, Biombos de Humo sigue existiendo, sólo que la nueva es para poner instantáneas, textos sin reposo.
¡abrazo!
http://vestirlasombra.blogspot.com/
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