Por su presencia opaca
Por su llenarlo todo con ausencia,
Con números escritos en una servilleta
Robada en un café.
Con nombres, con heridas.
Pero no basta conocerlo.
No basta hundir la frente en su cintura
Ni besar suavemente sus pupilas
Ni sus rendidos labios.
Vencedor de las sombras el silencio es la vida
Y habrá que construirlo con sangre y con derrotas,
Cuerpo a cuerpo,
Hasta encontrar la puerta del laberinto.
María Cinta Montagut
(En Web A Media Voz)
Swan Reflection, Lyme Regis, Dorset, England, 1977
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