Tejedora perpetua del engaño:
saboreas la enzima ponzoñosa,
la dosis de parálisis
y miedo;
de tu tela de araña
cuelgan ombligos huérfanos
de padre.
Mi corazón es una presa fácil.
Devóralo esta noche
envuelto en seda.
José Daniel García
(en Coma, Hiperión, Madrid, 2008)
1 comentario:
Perfecto el ritmo como de un reloj que se escucha en esa noche de seda. La imagen lo complementa de maravilla.
Me encanta.
OA
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