La pregunta que no tiene respuesta
se convirtió en un sauce
verdísimo y todo su alrededor
canta. Su entraña es
aire, también agua, pasado
de alguna luna que pasó.
En su madera más sutil
el tiempo lloró mucho.
Se apagaban los brazos,
los perros en el fondo,
ayes que no pudieron decir ay.
Juan Gelman
1 comentario:
Y se perderá la respuesta porque el sauce llorará y los ays seguirán donde mismo, quizá sólo mutando en el tiempo...quizá...
Leo, en silencio leo.
Saldos,
OA
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