Entre los polos de lo consciente y de lo inconsciente,
el espíritu oscila.
Columpio donde están suspendidos todos los seres
y todos los mundos
y cuya oscilación nunca cesa.
A él se aferran millones de seres;
en él se columpian la luna y el sol en su carrera.
Transcurren millones de edades
y el columpio sigue en su movimiento.
Todo oscila: el cielo y la tierra, y el aire y el agua,
y el Señor mismo, ahí personificado.
Y la visión de todo ello ha hecho de Kabir
el servidor de su Dios.
Saint Kabir (1398—1518)
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